viernes, 5 de diciembre de 2014

Morrissey en Cracovia

En el programa 49 de la Línea del Cielo el intrépido Carlos Macías estuvo viendo a Morrissey en Cracovia y nos regaló esta crónica tan fascinante

La razón por la que decidí ir al concierto de Morrissey in Cracovia fue por el tamaño de la sala. El concierto tuvo lugar el viernes 21 de Noviembre en la sala Łaźnia Nowa Theater. Encontré la elección del sitio un poco extraña ya que se encuentra bastante lejos del centro. Está en Nowa Huta, que literalmente significa Nueva Fundición, barrio ubicado a diez kilómetros al oeste del centro de Cracovia, fue construido durante la época comunista (1949-51) siguiendo el modelo soviético, de hecho fue un regado de Stalin a la ciudad de Cracovia.
Acudí a la cita con mi fiel amigo Robert. Estaba nervioso ya que después de lo que había ocurrido en Varsovia temía que fuera a pasar lo mismo. El teatro tendría un capacidad para 900/1000 personas. Llegamos a la sala las 19:00, el concierto, en teoría, empezaba a las 19:30, y de hecho así fue. Lo primero que me sorprendió fue la cantidad de gente que había, diría que como mucho éramos 400/500 personas, nada si lo comparo con las otras ocasiones en las que he visto a Morrissey, si además se tiene en cuenta que tras la cancelación de su concierto  el día 19 , la organización dio la posibilidad de asistir de manera gratuita a todos aquellos que tenían la entrada para verlo en Varsovia, la asistencia fue muy baja. Aquí la traducción del mensaje de la página de FB de la sala Łaźnia Nowa de Cracovia:

In the course of today's concert for an indication of the barn in Warsaw, one of the spectators standing close to the scene said extremely offensive and chauvinistic words at the artist. The situation had forced the artist to leave the scene.

We invite everyone present at the Warsaw concert to unpaid participation in a concert in Krakow, which will be held at the new Bath 21 November 2014.

If interested, please contact us at info@livenation.pl


Una vez dentro, tras pedir una cerveza, observo que la gente no lleva camisetas ni de The Smiths, ni de Morrissey, ni tupés, ni gafas con montura de pasta negra, ni gladiolos en los bolsillos traseros del pantalón; la única pista me la dio una chica que llevaba un ramo de gladiolos más grande que ella. Si no supiera que voy a ver Morrissey no tendría ningún indicio sobre ello. Le comento esto a mi acompañante y me mira como si fuera un ser venido de Marte, he de decir que Robert se ofreció a acompañarme pero no es muy fan ni de The Smiths ni de Morrissey.  Nos pusimos en la segunda fila, a la derecha del escenario, llegar fue pan comido, zigzagueando sin rozar a nadie llegamos en nada, estaba alucinando.



La gente estaba en silencio casi absoluto, de hecho en muchos conciertos a los que he asistido es muy normal enterarse de lo que hizo el viernes el tipo de al lado, y no porque te apetezca si no porque está ladrando. No sólo iba a estar a dos metros de Moz, sino que tenía espacio de sobra y nadie hablaba, ¿qué más se puede pedir?. Cuando llegamos a la sala Robert me pregunta si estoy nervioso, sabe lo mucho que me gusta Morrissey, le digo que no. Le miento como un bellaco. Se me salía el corazón del pecho a escasos dos minutos del comienzo del gig. Cae el telón, y el público resucita, le llueven I love you’s y empiezan las ovaciones, que fueron constantes durante todo el concierto, los pelos como escarpias, los míos.

Sale la banda con una camiseta negra, excepto Morrissey, que reza FUCK HARVEST RECORDS, en clara referencia a los problemas y posterior salida del sello a las tres semanas de publicar World Peace Is None of Your Business, no sería la única referencia al sello durante el concierto. Empieza con The Queen is Dead. Le siguieron, en este orden, Suedehead/Certain People I know/Istambul/The Bullfighter Dies/Kiss Me A Lot/Kick The Bride Down The Aisle/How Soon Is Now?/I’m Throwing My Arms Around Paris/World Peace Is None Of Your Business/One Of Your Own/Neal Cassidy Drops Dead/Meat Is Murder/Yes, I’m Blind/Staircase At University/I’m Not A Man/Speedway, (Bis), Asleep/Everyday Is Like Sunday. Todas las canciones estaban respaldadas con proyecciones vintage en una gran pantalla detrás del famoso gong. Algunas imágenes hacían referencia a la canción que sonaba, otras no tenían nada que ver, a veces se quedaban fijas durante varias canciones. Bastante cutre, la verdad.



Durante todo el concierto Morrissey estuvo comedido y muy educado, no soltó ninguna frase polémica, tampoco hizo referencia a lo ocurrido en Varsovia, lo cual me sorprendió.  Dio las gracias varias veces en castellano, no entendía por qué lo hacía estando en Polonia hasta que presentó a la banda, la mitad eran latinoamericanos. En Polonia, bien es sabido que se come mucha carne, por lo que esperaba algún comentario al respecto. No hizo ninguno pero tocó tres canciones en clara referencia al tema The Bullfighter Dies, I’m Not A Man y por su puesto Meat Is Murder. Antes de empezar esta última comentó que Cracovia es una ciudad llena de grafitis, lo cual es cierto, mostrando entre las manos una plantilla, en la que había una vaca y la frase Meat Is Murder. Mientras sonaba la canción se podía ver una proyección sobre la industria cárnica y el maltrato animal, todas ellas muy crueles, cuando acabó la canción, que sonaba más macabra de lo que la recordaba, no hubo casi aplausos, estábamos todos en shock y bastante fríos, el artista consiguió lo que se proponía. Durante la canción dos personas se desmayaron.



En otro momento del concierto, da las gracias a los asistentes por estar allí y les pregunta por qué han ido verle, al tiempo que le da el micrófono a alguien en la primera fila. La persona en cuestión responde because we love you y el auditorio estalla en gritos de Morrissey. La pregunta retórica la utiliza para atacar a Harvest Records, en esta ocasión por la falta de promoción al cantante, ha estado caminando por Cracovia y no ha visto ningún poster del concierto, se queja. “ I’m very happy to see so many people here tonight because I was walking early today in Krakow and could not see any posters from my concert”, a lo que alguien responde, “ we don’t need any posters because we love you” y empiezan las ovaciones una vez más. Después del concierto me fui a Miejsce (mieiscte), cuando ando por Cracovia siempre vengo aquí. Me salgo a fumar un cigarrillo y me encuentro con un grupo de gente de Liverpool, nos ponemos a charlar y tras decirles que estaba en Cracovia porque había ido a ver a Morrissey , uno de ellos exclama, “ Fucking hell. If I’d known I would have gone, I can’t fucking believe it, I didn’t see any posters”. Morrissey tenía razón, pensé.

La segunda ocasión en la que habló fue para comentar que en Polonia hay gran número de iglesias, lo hizo a modo de introducción para la canción Kick The Bride Down The Aisle. Sin ninguna duda Morrissey está en el mejor momento de su carrera. Canta como los ángeles, su presencia escénica impresiona, siempre elegante y a pesar de cambiar de banda muy a menudo se sentía cómodo, tenía control absoluto en el escenario. Creo que el repertorio no fue muy acertado. Ya que era la primera vez que tocaba en Cracovia podía haber elegido más temas de The Smiths, por ejemplo. Empezar con The Queen is Dead me hizo ilusionarme, pero no entendí muy bien por qué incluyó en el repertorio Yes, I’m Blind o por qué empezó el bis con Asleep. Aunque el concierto fue dinámico, algún momento llegó a ser algo soporífero, no sólo por las canciones, sino por el orden. No hubo apenas intentos de invadir el escenario, lo intentaron tres personas mientras sonaba Everyday is like Sunday  pero con más pena que gloria, él tampoco estaba muy receptivo. Observé que el público se entregaba más con las canciones de Morrissey que con las de The Smiths. Después de haber vivido algún tiempo en Polonia sé que los polacos no son muy dados a exteriorizar sus emociones por lo que me sorprendió verles dejándose la vida en el concierto.

Para lo que iba a presenciar a continuación no sé si estaba preparado. Acaba el concierto y la mayor parte de la gente se va hacía la salida. Veo a un grupo de gente en el centro de la sala, cerca del escenario, a mi izquierda, formando un circulo, la curiosidad me puede y me acerco seguido por Robert. Hay dos chicos y cuatro chicas, tienen la cara enrojecida y parecen estar sofocados. Al acabar Everyday Is Like Sunday el exlíder de The Smiths lanza su camisa al respetable. Las seis personas, cual hienas, tienen agarrada la camisa y forcejean con fuerza, tirando cada uno al mismo tiempo, sin mucho éxito. Poco después uno de ellos  muerde la camisa para desgarrarla y lo consigue, sale pitando con el otro chico sin soltar el trofeo. Quedan cuatro chicas y continua la lucha de titanes, el trozo de camisa es más pequeño pero siguen agarradas a el. Una de ellas, hace lo mismo que el chico y tras morder la camisa azul la tela cede y cada chica se queda con un trozo en la mano. Acto seguido el circulo desaparece y una de las chicas pasa por mi lado, sin dudarlo le pregunto en polaco si puede darme un trozo, me mira, duda pero se lleva el trozo a la boca lo muerde, le tiemblan las manos y tiene un arañazo con sangre fresca en la mano izquierda, y me da la mitad. Se me abraza, se pone a llorar y nos quedamos así sin decir nada. “ Carlos, I can’t believe people are fighting over his shirt. This is ridiculous” me dice Robert. Algo de razón tiene. Un espectáculo de los más dantesco.
Sabía que estas cosas pasaban en los conciertos de Morrissey pero nunca las había visto. He de decir que realmente me impresionó. Un periodista de The Independent dijo que «la mayoría de las estrellas pop tienen que estar muertas para alcanzar el estatus icónico que Morrissey ha alcanzado en su vida». En Cracovia pude dar fe de ello.




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