Frame and Agenda

No hay duda de que las próximas elecciones generales contaminan ya todo el discurso y el debate político. Nada queda fuera de ese sprint final donde la derecha mediática y política espera el asalto al palacio de invierno para que se restablezca “el orden natural de las cosas”. Rajoy Divison y los suyos tienen claro que van ganando y ha llegado el momento de conservar el resultado. No hace falta arriesgar demasiado, es suficiente con imponer los temas de discusión (agenda) y los límites donde se debe enmarcar ésta (frame). Para conseguir que polemicemos sobre lo que toca y no sobre otras cosas, cuentan con los medios de comunicación afines y con los que contemporizan para parecer “objetivos”. Todos a una, con mayor o menor entusiasmo, llevarán a sus portadas y a sus tertulias los “topics” seleccionados de antemano en función de los intereses de campaña. De repente toca hablar de recortes y nada debe quedar fuera de esa discusión. Los titulares de la prensa de derecha entronizan de De Cospedal y su tijeretazo del 20 % del gasto público como la señal que anuncia el nuevo tiempo que vendrá,El Mundo lo celebra con tipografía gruesa, “ la Dieta Cospedal” , en su edición del 1 de Septiembre. Nadie escapa a la discusión y las tertulias de radio y televisión multiplican los argumentos en un loop infinito. Objetivo cumplido, el tema está en el centro del debate y todos debemos opinar. ¿Es de izquierdas recortar o de derechas? ¿Cuanto se puede recortar? ¿Se recorta tanto en Castilla- La Mancha porque los socialistas dejaron las cuentas públicas hechas un desastre? ¿Por qué tiene la Comunidad Valenciana y la de Madrid necesidad de recortes similares si los que gobiernan desde hace más de una década son gobiernos del PP? Como nos hemos visto arrastrados a aceptar reducción de la deuda como animal de compañía no estaría de más que los intentos de ciertos medios de comunicación por buscar otros ángulos a la discusión fueran ganando visibilidad en los medios “mainstream” y en el” prime-time”. ¿No se puede reducir la deuda aumentando los ingresos? ¿Tenemos una fiscalidad adecuada o está por debajo de lo que sería aconsejable? ¿Necesitamos un régimen fiscal más justo y progresivo socialmente? ¿ Pagan los ricos proporcionalmente a sus ingresos y patrimonio?¿ Cual es valor social y económico del sector público? ¿Cómo es su tamaño comparado con otros países de nuestro entorno? ¿Qué plan de choque hemos establecido para reducir la encomia sumergida y mejorar el nivel de ingresos públicos? ¿Cómo afectan los recortes al consumo? ¿Qué se puede hacer con los bancos que han recibido dinero público para que vuelvan a prestar a autónomos y empresas? ¿ No hay alternativa a los tijeratazos, a los despedidos y a la subida del IVA? ¿Nos preocupa el desempleo o es una maldición bíblica? ¿ Qué opinión nos merece la calidad de la educación, de la sanidad y de otros servicios públicos básicos? Son tantos los aspectos de esta crisis mutante que quedan fuera del debate, aplastados por titulares interesados, exabruptos y frases repetidas del argumentario de campaña que cincuenta y nueve segundos de exposición resultan insuficientes. El que establece de qué se discute y qué abarca la discusión gana el partido. Vamos perdiendo.mono3

Una canción de buen rollo para levantar el animo