P J Harvey y yo

La semana pasada se otorgó en Londres el Barclaycard Mercury Prize que es el galardón que la industria musical inglesa entrega todos los años para designar al mejor disco de la temporada. La primera convocatoria tuvo lugar en 1992 y eligió el “Screamadelica” de Bobby Guillespie y compañía como mejor disco del año. Desde entonces el Mercury Prize se ha ido ganando el prestigio de ser una distinción que sólo atiende a la calidad de los trabajos seleccionados. En su lista de premiados te encuentras con Suede, Badly Drawn Boy, Antony and the Jhonsons, Gomez, Pulp, Portishead, Franz Ferdinand y Artic Monkeys entre otros, en una selección de campeones que se mueve entre la obviedad y la sorpresa. El año pasado el jurado apostó por el fantástico álbum de debut de The XX y este año, sin embargo, el Mercury Prize ha ido a parar a “Let England Shake” de P J Harvey. De esta forma, la cantante inglesa se ha convertido en la única artista que ha levantado dos veces el trofeo, la primera vez fue en el 2001 con “Stories from the City, Stories from the Sea”. Nunca he sido fan de PJ Harvey pero me alegró de la decisión porque “Let England Sake” es uno de esas obras que trascienden el momento y levantan acta de la situación actual que vive el Reino Unido. Es curioso que, con las veces que nos hemos cruzado Polly y yo en los últimos veinte años, sea ahora cuando he empezado a escucharla con moderado interés. La primera vez que me tope con ella fue en 1992, las dos éramos muy jóvenes y yo me había quedado encargada de comprar el regalo de cumpleaños de Sergio así que fui a Radical Records en la calle Joaquín Costa y después de darle varias vueltas a los cajones de discos y a las estanterías de novedades me decidí por el album de debut del trío P J Harvey “ Dry” sin haberlo escuchado, editaba “ Too Pure” y había leído que era la hostia. Recuerdo que me decepcionó un poco, lo encontré demasiado árido, demasiado rock y con poca melodía. El disco encajaba bien con los valores estéticos en boga en aquellos tiempos de crisis económica que venían definidos por los Pixies, Sugar, Nirvana,Teenage Fuclub, los Surfin Bichos de “ Hermanos Carnales “ , el Grunge y lo alternativo convertido en producto maistream de la mano de la MTV. El noise pop hispano daba sus primeros pasos y yo, como casi siempre, estaba en otras cosas. Quizás sea esa ambición “rock verité” la que me ha alejado siempre de la música de P J Harvey. Recuerdo que en los tiempos del “Is it Desiere?” sonaba mucho en los bares pero eso no despertó mi interés, tampoco las veces que la he visto en directo, un par en el FIB y otras dos en el PrimaveraSound- bueno descuéntame la última porque me fui en la tercera canción a ver Galaxie 500-. No tengo problemas en reconocer que siempre ha tenido un directo solido e intenso y que son muchos los que la consideran un” animal escénico”. Yo sé que lo es porque yo también lo soy y entre nosotras nos reconocemos. Desde hace semanas llevo en mi reproductor de Mp3 el “ Let England Shake” y me gusta cada vez más, quizás ha llegado el momento de volver a escuchar “ Dry” quien sabe, igual descubro ahora la belleza que hace veinte años no supe disfrutar. Linda Love