viernes, 20 de diciembre de 2013

Ganan ellos y perdemos los demás

“Por supuesto que hay una lucha de clases y los ricos estamos ganando”- afirmaba Warren Buffet- un tipo con una pasta que superaba los cincuenta y ocho mil millones de euros en 2008. Pues eso ladies and gentleman quinto año de estos Tiempos Tristes y cada vez estamos más cerca del puto cuento de navidad de Dickens. Los ricos son en nuestro país casi un 20 % más ricos, el desempleo sigue en niveles insoportables y en algunos barrios escasea la basura ante el creciente número de buscadores de tesoros; en los mejores contenedores hay hasta cola para rebuscar en su fondo infinito. Hay está ese Entre todos de la TVE para que lloremos con los pobres a moco tendido. Está claro, ellos ganan y nosotros perdemos. Ganan los alumnos con posibles porque podrán estudiar lo que quieran sin tener que mezclarse con los pobres y pierden los que parten con desventajas sociales, intelectuales o sin pasta para pagar la universidad. Ganan los grandes lobbies de la educación privada, con la Iglesia a la cabeza, porque se relajan los controles de lo que hacen con la biruta de todos y, encima, se les va a ceder suelo público para que construyan sus negocios. Frente a ese trato tan cariñoso, pierde el resto de mortales agredidos por los recortes en financiación, becas y una subida del precio de las matriculas que excluye a muchos de la educación superior. Pierden casi un millón de emigrantes su derecho a la seguridad social, ganan los grupos amigos con las privatizaciones de servicios médicos y hospitalarios. Ganan las grandes empresas con las bajadas continuadas de sueldo porque su mercado es global y pierden las pequeños negocios que viven del consumo interno. Ganan los grandes defraudadores que contaron con un trato exquisito por parte del Ministerio que les regaló una amnistía fiscal y que parece que amenaza con despedir al inspector que ose mirar donde no debe y pierden autónomos, asalariados y pequeños empresarios que son los encargados de sustentar el edificio estatal bajo la mirada atenta de HACIENDA. Ganan los grupos católicos más duros con fuerte presencia en altas esferas del poder político, financiero, mediático y hasta en el gobierno y perdemos los demás. Hay está esa imposición de la religión como materia evaluable para obtener beca o la derogación vergonzosa del derecho al aborto que habían conseguido las mujeres después de décadas de mucha lucha y sufrimiento. Ganan los políticos amigos imputados, los que cobraron sobresueldos, los que no advirtieron que tenían un Jaguar en el garaje, los que se repartieron contratos públicos y montaron saraos para hacerse ricos, los de los grandes eventos y los de la caspa infinita, los de la mala gestión, la contabilidad B y el reparto del botín porque saben que el Partido nunca abandona y perdemos todos los demás y la Democracia. Pierden los necesitados de la ley de dependencia, los que sólo les queda el Estado para no naufragar, los que buscan desesperado la ayuda mínima de una sociedad que les da la espalda y ganan los grandes lobbies energéticos, bancarios, eléctricos, automovilísticos etc. que siempre han contado con la ayuda generosa y la comprensión del gobierno. Ganan unos pocos y perdemos los demás.
Día triste para las mujeres, día triste para una sociedad que es cada vez menos decente. Tenemos que pensar que se puede recuperar lo que nos están quitando. No nos queda otra. Ya tendremos días mejores. Féliz Navidad.Linda Love



2 comentarios:

  1. Sin duda, y de una manera descarada, se empeñan en empujarnos hacia el precipucio. Chin-chin.

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