Cambiar la historia y que parezca la misma

Be water my friend, Just do it, I´m loving it, ¿Te gusta conducir? - Si la campaña publicitaria consigue sobrevolar la saturación de mensajes y trasmitir la emoción de que nuestra felicidad depende del objeto anunciado el publicista habrá cumplido con sus objetivos. Si el relato de la realidad elaborado desde una orientación ideológica determinada acaba siendo aceptado por la mayoría como la realidad objetiva y no como su sucedáneo entonces se ganaran las elecciones. No es fácil imponer la agenda de los temas a discutir por los media y mucho menos lograr que tu story se convierta en el relato compartido mayoritariamente. Lo normal es que cada visión ideológica pugne por imponer su interpretación de las cosas y sólo en situaciones excepcionales se consiga arrastrar hacia un relato ajeno a públicos que por adscripción ideológica y posición social no deberían sentirse concernidos ¿ Por qué le preocupa a una persona con ingresos inferiores a los diez mil euros anuales si suben el IVA de los vehículos 4X4? La Gran Crisis y el estado de shock impuesto por esta Guerra Mundial que golpea Eurolandia ha sido el combustible para unos potentes medios de comunicación cada vez más sensacionalistas, para los del TDT party, para la prensa conservadora, para parte de la Onda Media y para casi toda la FM creando una pasta discursiva viscosa que la desidia de una izquierda entre burocrática, despistada y a veces desaparecida nunca supo contrarrestar con su propia “story” de lo que estaba ocurriendo, de lo que se estaba haciendo y del papel tan poco responsable del partido de la oposición en momentos de emergencia nacional. El malestar del desempleo galopante y la parálisis de la actividad económica facilitó que el relato conservador se fuera convirtiendo en la realidad asumida sin matices como algo objetivo, clínico, pasteurizado, en tubo de ensayo y fuera de toda discusión. Con estas credenciales cualquier discrepancia se convertía en algo excéntrico y estrambótico. No era la primera vez que la mediaesfera conservadora intentaba la proeza de convertir sus consignas en un relato mainstream aceptado por una mayoría de futuros electores; ya en tiempos de Jose Maria Aznar y Miguel Angel Rodríguez, creador del “márchese señor Gonzalez” y “ La lluvia fina”, consiguieron un importante éxito propagandístico con aquel “ Paro, Despilfarro y Corrupción” que era su versión actualizada del “ Sexo, Drogas y Rock and Roll” y que les sirvió para ganar las elecciones de 1996. Es curioso comprobar como los discursos ni se crean ni se destruyen sólo se transforman. Los de Rajoy and Cia comenzaron esforzándose por subrayar que el causante de la crisis era ZP y que por mucha crisis económica internacional que hubiera aquí era distinto porque “ Bambi” era un manirroto y un inútil y lo estaba haciendo fatal. Esta afirmación se completaba con un relato endulzado y falso del milagro de Rodrigo Rato. “ La derecha crea empleo y da trabajo y Zp tiene la culpa de la crisis “ ; estas fueron las dos ideas fuerza que pugnaron por imponer en la primera parte de la segunda legislatura. Conforme avanzaban los destrozos de la crisis: rescate de Portugal, Irlanda, Grecia y ante las dificultades de otras economías como la italiana y la estadounidense los ideólogos conservadores decidieron enriquecer su interpretación de la realidad dando entrada al argumento de la crisis internacional en su storytelling. De repente ya existía pero Zp no había sabido tomar las medidas adecuadas y por eso estábamos mucho peor que los demás. Cuando ellos llegaran al poder los mercados recuperarían la confianza y volvería el empleo. Ellos sabían lo que se tenía que hacer y los socialistas eran un desastre que habían bajado los sueldos y las pensiones. Con estos mimbres consiguieron empaquetar un remedio de amplio espectro que les dio la victoria en las autonómicas y municipales por encima de casos de corrupción y gestiones desastrosas como la sufrida por la Comunidad Valenciana. Ya entonces comenzaba a extenderse una leyenda milagrera tipo LOURDES( TM) que ha llegado hasta nuestros días avalada con distintas argumentaciones que intentan imponerla como algo inevitable y que afirma que cuando gane Rajoy los que tienen dinero volverán a invertir, la economía se reactivará y el trabajo volverá a ser lo que era. Servidor ha escuchado esta revelación varias veces, en versiones repletas de argumentos o con la simplicidad de las leyes más contundentes de la física o de los Diez Mandamientos. Durante la precampaña y la campaña electoral toda la artillería conservadora de mensajes, videos, titulares y demás se concentró en convencer al gran público de que ellos estaban capacitados para devolver a España a la senda del empleo y para conseguirlo harían lo que había que hacer -(Aún desconocemos que es lo que van a hacer)-. Para entonces ya habían ganado por goleada las autonómicas y municipales y habían convencido a los “media” y al público en general que su victoria sería aplastante. Si alguien les ponía delante el espejo de la Comunidad Valencina con su record de paro, de deuda, de morosidad, de corrupción política y de malgastar dinero público en tonterías echaban mano del:- "pues la gente los vota"-, o del microrrelato de urgencia: “Zapatero no envía suficiente dinero por eso estamos tan mal; el Banco de España tiene la culpa de lo que ha pasado en la CAM etc”. En la última semana y después de que muchos asumieran como una verdad redentora que con Rajoy al día siguiente volvería el empleo, el discurso del candidato popular dio un giro de 180 grados y a tres días de la cita electoral nos advirtió en el telediario de las nueve del jueves pasado que la situación internacional estaba muy mal, que un gobierno no lo podía hacer todo y que a lo mejor dentro de tres años comenzábamos a crear empleo con fuerza siempre que hiciéramos lo que teníamos que hacer. Lo crean o no, esto fue lo que nos había contado Zapatero en mayo del 2010 cuando se vio obligado a tirar los votos por la borda para no hundir el barco. Entonces su coartada de la crisis internacional hizo que los medios de la derecha lo acusaran de inepto, cobarde y no se cuantas cosas más. Ahora, en boca de Rajoy, eran las palabras de una persona seria que ya se siente presidente y es consciente de las dificultades de la patria. No es difícil intuir por donde irán las cosas si al final se cumplen los pronósticos. El “esto está peor de lo que esperábamos “ nos espera a la vuelta de la esquina para imponer un programa de privatizaciones y adelgazamiento del estado de bienestar que es sustancialmente ideológico y que no se han atrevido a detallar en la campaña para no asustar. Yo creo que privatizar parte de la sanidad y aumentar la importancia del sector privado en la educación, en la dependencia , en la seguridad etc. era parte de su programa. De haber estado mejor las cosas lo habrían acompañado con una bajada de impuesto pero como no se lo pueden permitir la pospondrán para cuando se pueda mientras se afanan en rebajar los niveles de solidaridad social a los que está obligado el estado. La crisis les ofrece la coartada perfecta para ponerle la etiqueta de inevitable a cualquier actuación por injusta y partidista que nos parezca. Tengo la intuición de que si pueden no se van a cortar nada. Quedan avisados. Mono3

No hay que perder la esperanza mientras tengamos de nuestro lado grupos tan sensacionales como Wilco " The Whole Love" es soberbio