viernes, 5 de noviembre de 2010

Repensar la arquitectura

La terciarización de la ciudad post industrial y el glamur del efecto Guggenheim , con más de un millón de visitas a Bilbao desde su inauguración según la Wikipedia, llevó a los poderes regionales a una carrera por construir el edificio emblemático que situara a la capital de la comunidad autónoma o de la provincia en el mapa del mundo. Había dinero y aportaba réditos políticos. Los ciudadanos iban del orgullo a la indiferencia pero rara vez se llegaba al rechazo. Bajo estas premisas España se convirtió en uno de los grandes promotores de la arquitectura de autor. Lo importante era el continente sin importar ni contenidos ni utilidades. Ciudades de las ciencias, de la cultura, cubos de Moneo , cajas mágicas, ágoras, centros de congresos, museos de arte contemporáneo, universidades de relevancia provincial y hasta comarcal. La arquitectura de estos quince años ofrece resultados dispares que tendrán que ser repensados desde un presente donde el crecimiento tiende a cero, el desempleo se acerca al veinte por ciento, las deudas acumuladas por las administraciones públicas y los ciudadanos son colosales y donde el dinero escasea. ¿Qué hacen hoy todos esos tenistas jugando en el Ágora de Calatrava cuando la Generalitat Valenciana es campeona en paro y en deudas? ¿Es ético reducir profesorado, congelar las oposiciones, continuar con la privatización de la sanidad y acudir a la opera en un edifico infrautilizado o directamente inútil? A la luz de los nuevos tiempos a lo mejor antes de negar ayudas a la dependencia por falta de recursos sería interesante derribar alguno de los edificios que devoran ingentes cantidades de dinero y aportan a los ciudadanos prácticamente nada. Muchos se construyeron pensando solo en su aspecto externo y encima son feos.

1 comentario:

  1. La estética es cuestión de gustos. Pero en todo lo demás, estamos de acuerdo. :)

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