sábado, 22 de octubre de 2011

ETA y el final de la violencia

Yo vi a Don Manuel Broseta muerto en uno de las intersecciones que comunican las dos partes de la Avenida Blasco Ibáñez. Era quince de enero de 1992 y tenía clase en los aularios que habían construido junto a la Facultad de Psicología. Llegaba tarde y me sorprendió el revuelo y los coches de policía que acordonaban ese tramo trasversal. En el suelo, como un grito mudo que reclama tu atención, había un bulto cubierto con ese papel aluminio que asociamos a imágenes de accidentes de tráfico. Eso fue precisamente lo que pensé para normalizar lo que no era normal en aquella mañana rota del invierno. Ya en clase, nos fueron llegando noticias que iban completando el cuadro de lo que realmente había ocurrido. ETA acababa de asesinar a Don Manuel Broseta catedrático de Derecho Mercantil y político destacado de UCD que había sido secretario de estado para las comunidades autónomas desde donde había participado de manera fundamental en la construcción del estado de las autonomías. A la altura de esos primeros noventa el señor Broseta llevaba años alejado de la primera línea política dedicado a la docencia y a su despacho de abogados. He olvidado casi todas las mañanas del mundo pero recuerdo todo lo que hice aquel quince de enero. En torno a las diez y media suspendieron las clases y algunos compañeros nos fuimos a un bar a almorzar. Aquel almuerzo derivó en comida en el piso destartalado de Benimaclet donde vivían José Luis, Manolo el cartero y el resto de los de Castellón. Hicimos espaguetis con tomate y atún, compramos unas cervezas de la bodega. No se cuantos de clase nos quedamos a comer pero recuerdo a Nacho, a Ana, a Pepa, y a Ramón el de Xativa. A las tres pusimos la tele , Manolo el de Sarrión que parecía conocer algo de la trayectoria vital del profesor Broseta, se esforzaba en subrayar lo que iban contando en el telediario para que reparáramos en la importancia de la persona asesinada. Al parecer, los dos terroristas se habían acercado por la espalda y lo habían tiroteado sin piedad. La operación jaula seguía abierta. El jueves pasado cuando escuché la noticia de que “ ETA había decidido el cese definitivo de la actividad armada” me acordé de aquella mañana de enero de veinte años atrás y sentí un escalofrío ante tanta estupidez. En un momento todas las radios habían preparado programas especiales con sus tertulianos de cabecera y la adrenalina autoimpuesta de lo histórico, un nivel de excitación tan rutinario que ya no distingue entre el terremoto de Haití, el día de la mujer trabajadora, la perdida de una A de nuestra prima de riesgo, las consecuencias del cambio de hora, la victoria del Madrid en liga de campeones, el enésimo gol de Mesi o una noticia tan esperada como extraña: ETA había anunciado que dejaba de matar y extorsionar definitivamente. Intente imaginarme el alivio que debían sentir los concejales del PP y del PSOE que había visto en el programa Salvados de la Sexta el domingo anterior y comprendí que a pesar de las reservas que imponen ochocientos veintinueve entierros y miles de heridos, una decena de treguas rotas y todo el dolor y el odio sembrado por esa banda de asesinos había algo importante que celebrar y por eso me extraño el tratamiento informativo que la prensa de derechas dio al tema al día siguiente. Frente a “El Fin del Terror” con el que abría El País con gran tipografía o la excelente portada de Público con el “Agur ETA” sobre fondo rojo acompañada con la fecha y el nombre de todas la víctimas, me encontré con el titular de portada de El Mundo con letras de tamaño convencional y un farragoso “ ETA alardea de sus asesinatos y emplaza al Gobierno a negociar”. También ABC abría con un “ ETA ni se disuelve ni entrega las armas” tan alejado del grito de alivio de El Correo “Por fin” . La Razón, la Gazeta, y el resto de la Galaxia de la otra orilla transitaba por parámetros similares, había que ponerle agua al vino como dicen los ingleses. Todos conocemos la trayectoria de la banda terrorista como para no fiarnos pero tenemos derechos a estar contentos porque se ha llegado a esta situación sin concesiones por parte del Estado, lo dijo el propio Rajoy mientras otros compañeros de partido como Mariano Oreja y Esperanza Aguirre seguían agitando el espantajo del terrorismo como si nada hubiera ocurrido . Hemos ganado los buenos y han perdido los malos y la retórica fanfarrona y hueca es lo único que les queda. A partir de ahora y si todo va bien las disputas se dirimirán en los medios de comunicación y los votos darán la representatividad que los vascos decidan sin que intervenga el miedo, la extorsión y la amenaza de los salvadores de la patria. Visto lo publicado el viernes una se pregunta porque les cuesta tanto a ciertos medios de comunicación dar buenas noticias ¿Han perdido la costumbre o han decidido dejarlas todas para cuando ganen los suyos? ¿ Tanto les molesta que esto haya ocurrido con Zapatero de Presidente y Rubalcaba de candidato y exministro del interior? Seguro que no es nada de esto. Pedro Jota , Carlos Davila, Losantos and CIA son unos profesionales libres, liberales e independientes que siempre miran más allá de la realidad como bien han demostrado con su investigación sin final del 11 M y sus ramificaciones. Ellos saben que hay mucha gente equivocada que todavía piensa que Elvis está muerto. Linda Love

Una de las canciones que más bailábamos en aquellos primeros noventa es este Can you dig it? editado en 1991 y que dio color a muchas noches de sonido madchester



En 1991 la revista francesa les Inrokuptibles editó un dsco con el título I´m your fan donde grupos como REM, Pixies, James, The House of Love, Ian McCulloc, Robert Foster y un largo ecétera rendían tributo a Leonard Cohen tocando sus canciones más celebres. La entrega del Premio Principe de Asturias al canadiense el pasado viernes ha hecho más grandes esos galardones.

3 comentarios:

  1. Yo también recuerdo el día que asesinaron a Broseta, compartíamos aularios :-) Era como irreal, acaba de salir del instituto donde nunca ocurría nada o cuando ocurría yo no estaba en cobertura. Recién llegada a la capital para estudiar me encontré con la realidad y no pude desconectar.
    Nunca me entero de nada, pero el otro día cuando escuché que se había acabado se me pusieron los pelos de punta y lloré, lo sé, no llevo un buen año, pero de todas formas, creo que es LA NOTICIA por la que nos podemos permitir el lujo de derramar unas lágrimas.
    Un saludo.

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  2. Como no recordarlo, hacía mucho frío, yo había salido muy pronto de casa porque empezaba clase a las 8h en Montcada. A mí regreso hacia la hora de comer ya no había ni rastro, solo un recuerdo.
    Por cierto, odio las estatuas, esculturas o monumentos varios que se empeñan en colocar en los sitios exactos donde ocurren las cosas malas y este no es ninguna exepción. Es como los ramos de flores que colocan en alguna curva de carretera cuando un familiar se ha dejado allí la vida, se vuelven marchitos y acaban en el olvido. La memoria es la única que mantiene vivo el recuerdo que elegimos.
    Y sí, me alegro mucho por el fin de ETA, siempre pensábamos que llegaría ese momento, pero aunque soy optimista creía que todavía estaba algo lejos.

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  3. Pues yo como vasca estoy encantada. Espero que esta vez el proceso siga adelante y llegue a buen puerto. Y menos mal que ha sido ahora, porque después del 20-N habría sido imposible.

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