viernes, 21 de enero de 2011

¿Dónde estabas tú hace 20 años?

El 17 de enero de 1991 yo estudiaba cuarto en la facultad y vivía en un piso del centro, en la calle Linterna. Era un piso tan chulo que ya entonces sabíamos que era el mejor piso en el que íbamos a vivir en nuestra vida. Éramos seis estudiantes con ventipocos,yo estaba en cuarto y fuera no había ni un hueco donde escapar de la crisis pero quedaba tanto que no lo pensaba. Entonces vivíamos sin prestar demasiada atención al horizonte, éramos más de pisar los charcos que de responder a las incógnitas. Aquel invierno iba a ser eterno.Si me pienso entonces me recuerdo obsesionada por las noticias políticas y la música pop. Ignacio Ramonet y Jorge Albi, Chomski y el Rock de Luxe, Eduardo Galeano y algún NME que no entendía. Entonces me tomaba mucho más en serio, a veces parecía como si guardase un As en la manga sin darme cuenta que el juego no era de cartas. Era recién 1991 y seguíamos dándole vueltas a Stone Roses, Happy Mondays, Inspital Carpets, Primal Scream y los James. Aquella noche en la que la guerra empezó, todos estábamos despiertos. Bueno, todos menos yo que me había acostado y escuchaba la radio. Por fin EEUU había decidido atacar a Irak para desalojarlo de Kuwait. Era la guerra made in Hollywood y no esa chapuza de Guerra de Yugoeslavia,con violaciones en masa, limpiezas étnicas y hooligans de futbol haciendo de carniceros que íbamos a tener después. Entré en la habitación de Eduardo y lo encontré fumando Lucky Strike con Mateo y Sergio.Fuimos a por Mira que pintaba con su mono blanco y escuchaba Galaxie 500.-“Hostias, los americanos la han montado”- volví a informar por segunda vez y sin que nadie me preguntara les explique cómo estaba la situación. Como eran gente de buena familia fingieron que les interesaban mis rollos. Desde el verano se habían ido acumulando los argumentos a favor del ataque contra Irak como el que acumula leña para la navidad y acababa de llegar Papa Noel. Nunca habíamos visto una guerra en directo y a aquello tan aséptico y con tantas lucecitas era la hostia. A los pocos días, la programación se normalizó y las conexiones con la CNN pasaron a competir con Twin Peaks y con los Simpsons. “Está pasando , lo estás viendo”. Una mierda, no veíamos nada, ni los daños colaterales ni nada. Menuda tomadura de pelo. La CNN se consagró como marca global retrasmitiendo medias verdades hilvanadas con mentiras y nada. Fue la guerra sin muertos guionizada y sin sorpresas. Las lucecitas y las imágenes de visión nocturna ya adelantaban la explosión de los videojuegos. Tanto interés pusieron en controlar la información y manipular a las opiniones públicas que hasta llegaron a obligar a un grupo de Bristol semi desconocido a cambiarse el nombre. Massive Attack sonaba demasiado agresivo para aquellos tiempos bélicos mejor quedarse con Massive sino querían ser ignorados por los medios. Nosotros, como siempre, estábamos en otras cosas,sin prestar atención a lo verdaderamente importante. Linda Love

5 comentarios:

  1. Pues sí, ser consciente alguna vez de que miras hacia otro lado sólo vale para un momento, para ese mísero momento. Y así seguimos, como siempre, con nuestras vidas, sin prestar atención a lo verdaderamente importante.

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  2. Es cierto, era como un videojuego, la sensación era de que realmente no estaba ocurriendo o que si ocurría tampoco era para tanto. Pero luego, mierda con los daños colaterales.

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  3. Hace 20 años perdí la virginidad debajo de una palmera. Era una fría noche de invierno como para estar con el culico al aire; pero éramos tan jóvenes. También creo que perdí un poco la cabeza desde entonces. Coincidiendo con las primeras bombas de los yankis sobre Irak yo empecé mi particular declive en los estudios, liaba canutos por doquier y descubrí aquello del lado “oscuro” de la vida. Pero claro, Elche no es Nueva York… un desastre. El endiabladamente dulce sonido de los Stone Roses y su “I wanna be adored” me hizo sudar la camiseta en “Camelot”; los flecos del “Puta’s fever” de Mano Negra; De La Soul; los Beastie Boys;… La mejor profesora que tuve en el instituto me enseñó a leer los periódicos para estar informado y comprender el mundo (qué pena que no le hiciera caso en otras cosas que me dijo). Hoy en día estar bien informado supone un esfuerzo. De aquella guerra recuerdo la censura informativa sobre lo que ocurría en el terreno; la amenaza de que Irak atacara las bases americanas en Europa; los misiles y anti-misiles;… y en el fondo, lo de siempre: petróleo. Vale.

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  4. ¿Donde estaba yo? A punto de dar un vuelco importante a mi vida.
    Recuerdo ese piso de linterna, si entrabas y seguías andando sin pausa te llevaba al punto de partida, sí, tenía un pasillo circular y unas habitaciones enormes y una terraza, y sobre todo buena gente con muchos proyectos por desarrollar.

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